Lo hemos probado para ti: Lanserhof Sylt en Alemania

Por Pascal Languillon, Director General de Luxe Wellness Club.

El nombre de Lanserhof es sinónimo de asistencia sanitaria preventiva. Con la apertura de un establecimiento en la isla de Sylt, el destino costero más popular de Alemania, el grupo se ha apuntado a uno de los proyectos más ambiciosos de Europa. Con su arquitectura futurista, sus equipos médicos de última generación y su impresionante entorno natural, el centro promete una regeneración completa para el cuerpo y la mente. Quise comprobarlo por mí mismo: he aquí el relato de una estancia en el corazón de este templo del bienestar. Impresionante.

Un entorno natural excepcional

Pascal delante del Lanserhof Sylt (Foto: Alan Sahin para Luxe Wellness Club)

Algunos destinos tienen un aura especial, un magnetismo que atrae a una clientela exigente año tras año. Tal es el caso de Sylt, a menudo apodada la «Saint-Tropez de los alemanes». En pleno verano, la isla despliega sus encantos con una intensidad poco común. Las dunas rubias brillan al sol, el Mar del Norte es de un azul intenso, y los pueblos de tejados de paja rivalizan en coquetería. El ambiente es a la vez chic y relajado, con familias adineradas de Hamburgo y Düsseldorf codeándose con entusiastas del deporte en busca del aire marino. Sorprendentemente, esta isla es poco conocida por los viajeros internacionales.

Llegar a Sylt en esta época del año es una experiencia en sí misma. Llegué en avión (vuelo directo desde Zúrich), y el sobrevuelo de la isla me permitió admirar esta cinta de arena bordeada por las olas. Durante esa hermosa semana de agosto, ¡pude bañarme varias veces en el Mar del Norte! Puede que la temperatura del agua sea un poco fría (19°C en agosto), pero bajo un sol radiante no pude resistir la tentación. El efecto tonificante fue inmediato, como un preludio de la cura regeneradora que me esperaba.

Una isla encantadora con magníficas playas (Foto: Alan Sahin para Luxe Wellness Club)

Para muchos entusiastas del bienestar, el nombre de Lanserhof evoca una institución ineludible. Desde hace más de treinta años, este establecimiento de origen austriaco es una referencia mundial gracias a un enfoque médico que combina diagnósticos de vanguardia, nutrición, terapias holísticas y actividad física. En el centro de esta filosofía se encuentra el Método Mayr, una desintoxicación intestinal cuyo objetivo es aliviar el organismo, reducir la inflamación y potenciar la vitalidad general.

En Sylt, este método adquiere una nueva dimensión. El centro combina la experiencia médica de Lanserhof con la energía especial de la isla. El clima marino, el aire cargado de yodo, la fuerza de los elementos y la belleza natural del paisaje contribuyen a la regeneración. Es todo un ambiente que funciona, no sólo los tratamientos que se dan dentro de los muros.

Entre dos sesiones médicas o deportivas, disfruté de la belleza de la isla. El Lanserhof de Sylt proporciona bicicletas eléctricas, perfectas para explorar los largos carriles bici. Pedaleé entre pueblos pintorescos, por páramos cubiertos de brezos en flor y por playas interminables.

Un lugar diseñado para el descanso y la regeneración

Diseñados por el arquitecto Christoph Ingenhoven, los edificios de Lanserhof Sylt se funden en las dunas con sus líneas limpias, fachadas de cristal y tejados verdes. La impresión general es de serenidad y coherencia.

Mi alojamiento en Lanserhof era una bonita suite dúplex. El espacio, bañado de luz natural gracias a los grandes ventanales, me ofrecía vistas al mar. En la planta baja tenía un cómodo salón para leer y trabajar, y arriba un refinado dormitorio que me invitaba a relajarme. El mobiliario es minimalista peromuy elegante, en tonos beige, madera clara y blanco.

Qué agradable sorpresa encontrar sandalias Birkenstock esperando en la habitación, ¡gratis para todos los huéspedes!

Todas las noches, antes de meterme en la cama, me gustaba prolongar mi relajación con un baño alcalino, un ritual emblemático del Método Mayr. El objetivo es ayudar al cuerpo a eliminar los ácidos acumulados durante el día, un proceso de desintoxicación que actúa tanto a nivel físico como mental. En la penumbra tenue de mi cuarto de baño, este baño se convirtió en un momento de reenfoque, una transición ideal entre los tratamientos del día y el descanso nocturno.

La ropa de cama es excepcional, y me enteré de que los colchones se habían diseñado específicamente para optimizar el sueño. También me puse mi pijama Dagsmejan, diseñado para optimizar el sueño; una segunda piel ligera y transpirable que iba perfectamente con el espíritu del lugar y contribuyó a mis noches de descanso.

Un programa médico de vanguardia

Lo que más me impresionó de Lanserhof desde el principio fue la precisión y el alcance del reconocimiento médico. Aquí no sólo te hacen unas cuantas pruebas rutinarias. Se examina todo. Me hicieron un estudio completo de la composición corporal, un examen del hígado para medir el grado de esteatosis, una prueba de densidad ósea para controlar la osteopenia, que sigue siendo leve pero debe vigilarse, y un análisis molecular destinado a comprender cómo envejezco a nivel celular. Esta última prueba me fascinó especialmente: nos da una especie de «carné de identidad biológico» y nos ayuda a saber cómo ralentizar el proceso de envejecimiento con tratamientos específicos. Hasta la fecha, ¡sólo Lanserhof ofrece esta prueba!

Análisis de sangre exhaustivos, pruebas respiratorias, estudios de variabilidad de la frecuencia cardiaca: todo estaba diseñado para darme una imagen precisa de mi estado de salud. Todo ello tuvo lugar en un entorno luminoso y relajante que no tiene nada en común con un hospital convencional. Y ahí radica la diferencia: te sientes como si estuvieras bajo una rigurosa supervisión médica, pero en el entorno de un hotel de cinco estrellas.

Este seguimiento iba acompañado de reuniones diarias con mi médico de referencia, la Dra. Mari Arens, que ajustaba mi programa cada día en función de los resultados y de mis sensaciones. Es este seguimiento constante y personalizado lo que marca la diferencia y te da la impresión de que realmente te están tomando en serio. Me gustaría señalar que este médico es especialmente empático. Es muy agradable ver este enfoque en una clínica de lujo.

Quizá lo más destacado de las pruebas médicas fue la cartografía corporal en 3D realizada con el sistema Vectra. Este impresionante aparato escanea todo el cuerpo y proyecta una imagen 3D ultraprecisa. Pude ver un modelo completo de mi silueta. Era asombrosamente preciso.

Resultados absolutamente precisos (Foto: Luxe Wellness Club)

A continuación se realizó un análisis exhaustivo de mi piel, que reveló su verdadero estado: la presencia de manchas, daños solares y, sobre todo, una comprobación de mis lunares en busca de posibles signos de cáncer de piel. A continuación, el Dr. Arens llevó a cabo una revisión muy minuciosa de las pocas lesiones potencialmente sospechosas. Afortunadamente, todo estaba bien.

Tratamientos extraordinarios para combatir el envejecimiento

Lanserhof Sylt no sólo ofrece tratamientos clásicos. Tuve la suerte de poder probar algunos equipos a la vanguardia de la investigación científica. Participé en varias sesiones de Cellgym IHHT, un método que simula el entrenamiento en altitud modulando el contenido de oxígeno del aire que respiras.

Entrenamiento de hipoxia para regenerar las células (Foto: Alan Sahin para Luxe Wellness Club)

Tumbada cómodamente, prácticamente «viajé» de una altitud de 2.000 a 4.000 metros. El cuerpo reacciona produciendo más mitocondrias, los famosos centros energéticos de las células. Después de unas cuantas sesiones, me sentía más vital. Estas sesiones se realizan junto con goteos intravenosos, infusiones de vitaminas y minerales que se administran directamente en el torrente sanguíneo para su máxima absorción, sobre todo para la inmunidad y la desintoxicación.

Un lugar terriblemente relajante (Foto: Alan Sahin para Luxe Wellness Club)

Entre dos consultas o después de una intensa sesión de deporte, me encantaba volver a la zona termal de Lanserhof. La piscina interior-exterior climatizada era un momento de pura serenidad: nadar admirando el paisaje, sentir el calor del agua mezclarse con la frescura del aire marino, era una experiencia placentera.

También probé el rocódromo terapéutico. Lejos de ser una actividad divertida, en realidad es una herramienta de reeducación y fortalecimiento muscular. Acompañada por un fisioterapeuta, trabajé mi coordinación de forma divertida y eficaz.

Otro descubrimiento asombroso fue el traje deportivo de electroestimulación. Al ponerme este traje de alta tecnología conectado a una consola, realicé una sesión de fortalecimiento muscular en la que cada movimiento se amplificaba mediante pequeños impulsos eléctricos. Treinta minutos más o menos equivalen a varias horas de entrenamiento tradicional. Salí entusiasmada, convencida del potencial de esta tecnología.

Al igual que otros balnearios médicos, Lanserhof ofrece sesiones de crioterapia a 110 grados bajo cero. Tres minutos que parecen una eternidad, pero que desencadenan una oleada de endorfinas y un impulso inmediato de energía. Cuando salí, sentí que había reseteado mi cuerpo.

Disfruté especialmente de la reflexología podal, que proporcionaba una relajación profunda al reequilibrar el cuerpo mediante los puntos de los pies. Los masajes, que iban desde el drenaje suave hasta los golpes más intensos, fueron un complemento perfecto del programa médico y me proporcionaron verdaderos momentos de soltarme.

Al hablar con los médicos, me di cuenta de que en Lanserhof no sólo se trata de prevención y desintoxicación. El enfoque holístico que se practica aquí también significa que podemos ayudar a pacientes con problemas mucho más graves. La enfermedad de Lyme, por ejemplo, que sigue siendo difícil de diagnosticar y tratar, puede tratarse mediante una combinación de terapias médicas, nutricionales y regenerativas. Las personas que padecen enfermedades autoinmunes también pueden encontrar en esta visión holística una forma de aliviar la inflamación y reforzar sus defensas.

Algunos programas están diseñados incluso para ayudar a los pacientes en remisión del cáncer, para devolverles la energía y el equilibrio tras haber probado los tratamientos. Y, lo que es aún más sorprendente, Lanserhof también ayuda a las parejas con sus problemas de fertilidad, ayudando al organismo a recuperar un entorno favorable. Ésa es la fuerza de este centro: observando el cuerpo como un todo, y vinculando cada función, abrimos nuevas perspectivas terapéuticas que van mucho más allá de una simple pausa de bienestar.

Lanserhof se esfuerza por transmitir sus conocimientos. Cada día está salpicado de conferencias y talleres sobre nutrición, sueño, gestión del estrés y longevidad. Es una auténtica escuela de salud preventiva.

La gastronomía detox revisitada

Estaba un poco recelosa por la parte culinaria, temiendo que la dieta fuera demasiado austera. En realidad, descubrí una cocina de desintoxicación de gran delicadeza. Es cierto que las comidas son ligeras, poco saladas y se sirven en raciones pequeñas, pero cada plato se prepara con esmero y creatividad. El restaurante, bañado en luz, ofrece platos de gran finura, preparados con productos ecológicos y locales.

El luminoso comedor (Foto: Alan Sahin para Luxe Wellness Club)

Lo que también me sorprendió fue la flexibilidad de las dietas que se ofrecen en Lanserhof. Aquí, nada está escrito en piedra; todo depende de los objetivos y el diagnóstico médico de cada persona. Algunas personas siguen un estricto ayuno terapéutico, limitado a unas 400 calorías diarias, con caldos, infusiones y raciones ultraligeras diseñadas para que el sistema digestivo descanse por completo.

Otros eligen un programa más suave, con 800 o 1000 calorías, siempre en el espíritu del Método Mayr, en el que aprendes a comer lenta y conscientemente. Por último, para los más activos o deportistas, el centro ofrece el programa «Activo», que puede llegar hasta las 1700 calorías diarias, permitiéndote comer todo lo que quieras mientras disfrutas de comidas equilibradas y perfectamente planificadas. Esta flexibilidad hace que la cura sea accesible a todos los perfiles: tanto si quieres perder peso, desintoxicarte profundamente o simplemente regenerar tu cuerpo, todo el mundo puede encontrar el patrón de alimentación que le convenga, sin tener nunca la sensación de estar restringido o encerrado en un único modelo.

Delicioso y amplio desayuno (Foto: Luxe Wellness Club)

La experiencia no sólo tiene que ver con el sabor, sino también con la forma de comer. Aprendes a tomarte tu tiempo, a masticar despacio y a escuchar a tu cuerpo. Esta reeducación alimentaria me pareció inestimable, porque cambia profundamente tu relación con la comida.

Un ritual sorprendente precedía a cada una de mis comidas: un pequeño trago de hierba de trigo, un zumo de hierba de trigo intensamente verde, de sabor ligeramente amargo pero cargado de clorofila y nutrientes. También tomamos aceite vegetal prensado en frío, diseñado para estimular la digestión y favorecer el trabajo del hígado. Esta combinación, a la vez sencilla y muy sofisticada, prepara al organismo para recibir los alimentos y refuerza el efecto desintoxicante.

La hora del desayuno era un verdadero placer para mí, sobre todo como parte del programa Activa que había elegido. Todas las mañanas me servían un plato tan sano como generoso: una porción de proteínas ligeras, un poco de muesli crujiente, fruta fresca rebosante de sabor y, a veces, un queso tipo feta, salado lo justo para despertar el paladar. Era delicioso, abundante y perfectamente equilibrado, suficiente para dar a mi cuerpo la energía que necesitaba para los tratamientos y actividades del día. Por supuesto, a los clientes que venían para perder peso se les permitían raciones más pequeñas, a veces incluso comidas minimalistas, pero el espíritu seguía siendo el mismo: comer conscientemente, con alimentos sencillos de calidad impecable.

Las comidas principales seguían la misma lógica de equilibrio y variedad. Todas las comidas y cenas empezaban con una sopa ligera, distinta cada día: calabaza sedosa, verduras verdes cremosas, caldo claro aromatizado con hierbas… Un preludio reconfortante que preparaba la digestión. A continuación venía un plato contundente, perfectamente ejecutado, siempre a base de productos frescos y locales, a menudo pescado o ave acompañados de verduras coloridas y crujientes. Y, como parte del programa Activa, incluso tenía derecho a un postre muy ligero, a veces una compota, a veces un ligero entremets, para terminar la comida con una nota dulce sin que pesara en el cuerpo.

Veredicto

Salí de allí con una fuerte convicción: Lanserhof Sylt es uno de los centros de medicina preventiva más avanzados de Europa. La combinación de rigor científico, tecnología punta, apoyo médico y la belleza natural de la isla lo convierten en un destino absolutamente único. Es cierto que la experiencia tiene un precio elevado, pero los beneficios -para quienes estén dispuestos a invertir en su salud- no tienen precio. ¡Me encanta!

Reservar Lanserhof Sylt

Precios: desde 8.000 euros por semana para una persona, o unos 14.000 euros para dos personas.

Benefíciate de las ventajas exclusivas de nuestro Luxe Wellness Club: Mejora de habitación y entrada anticipada/salida tardía sujetas a disponibilidad – Servicio de limusina gratuito desde la estación/aeropuerto de Westerland y ida y vuelta – Regalo VIP con una nota del Director General.

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