Entrevista realizada por Pascal Languillon para Luxe Wellness Club
A orillas del lago de Zúrich, el Consultorio Kusnacht está reconocido como uno de los centros de bienestar médico y psicológico más prestigiosos del mundo. Conocido por sus tratamientos ultrapersonalizados, su incomparable nivel de servicio y su absoluta discreción, el establecimiento acoge a una exigente clientela internacional en busca de una salud óptima y una longevidad duradera.
Tuvimos el privilegio de conocer a la Dra. Antoinette Sarasin, una de las expertas de la clínica en medicina de la longevidad. Internista especializada en prevención, combina el rigor científico con los últimos avances en antienvejecimiento. Aquí comparte su visión ilustrada de lo que realmente significa “envejecer bien”.
Dr. Sarrasin, ¿cómo definiría hoy la medicina de la longevidad?
La longevidad no consiste sólo en vivir más. Se trata de vivir más plenamente, con mejor calidad de vida. Hablamos de duración de la salud, es decir, de vivir una vida sana, independiente y activa, y no sólo de añadir años al reloj.
Esto significa tener en cuenta todos los aspectos de la persona: fisiología, metabolismo, salud mental, niveles de estrés, relaciones sociales, sueño, nutrición, etc. Mi papel es identificar los desequilibrios tempranos e intervenir de forma preventiva y personalizada, para que el cuerpo y la mente puedan funcionar con todo su potencial.
¿Qué es lo que distingue el enfoque del Consultorio Kusnacht?
Ofrecemos un enfoque ultraindividualizado en un entorno muy exclusivo. Cada paciente tiene su propia residencia privada, con cocinero, mayordomo y un equipo médico especializado.
Pero, sobre todo, hemos desarrollado protocolos a la vanguardia de la medicina integrativa, combinando biología funcional, epigenética, neurología, nutrición terapéutica, psicoterapia y medicina regenerativa. Todo ello en total sinergia, donde cada campo interactúa con los demás.
Una de nuestras herramientas clave es el programa BIO-R®, nuestro enfoque característico de la restauración biomolecular, diseñado para estimular el organismo de forma integral y específica.
¿Qué tipo de evaluaciones realizas al inicio de un programa de longevidad?
Realizamos algunos de los chequeos más completos del mundo. Comienza con una evaluación médica en profundidad: análisis de sangre, perfiles hormonales, marcadores de inflamación, estrés oxidativo, composición corporal, microbiota intestinal, mapeo genético y epigenética.
También realizamos una evaluación neurocognitiva, una auditoría del estilo de vida (sueño, estrés, actividad física, dieta) y una evaluación psicológica completa.
Con estos datos, creamos una “puntuación de longevidad” y establecemos una estrategia a medida que incluye nutrición terapéutica, infusiones intravenosas, terapia peptídica, oxigenoterapia hiperbárica, neurofeedback, etc.
¿Puedes explicar el principio en el que se basa el programa BIO-R®?
BIO-R® -de Restauración Biomolecular- tiene como objetivo restablecer el equilibrio celular, corregir las deficiencias micronutricionales, reducir la inflamación silenciosa y potenciar las funciones vitales del organismo.
En la práctica, se basa en evaluaciones muy detalladas (estado vitamínico, mineral, hormonal, de metales pesados, estrés oxidativo, microbiota, etc.), seguidas de una respuesta terapéutica precisa, que incluye infusiones intravenosas a medida, suplementos específicos, protocolos de desintoxicación suaves, un plan nutricional individualizado y, a veces, reequilibrio hormonal mediante sustancias bioidénticas.
Pero la originalidad del BIO-R® reside en que no se limita al cuerpo. También trabaja a nivel psicoemocional, incorporando psicoterapia, neurofeedback, mindfulness y EMDR si es necesario. Es un reequilibrio completo de la persona.
¿Qué tipo de resultados podemos esperar tras una cura integrativa como ésta?
Por supuesto, los resultados varían según el perfil, pero los más frecuentes son: mejor energía, claridad mental, sueño más profundo, digestión optimizada, pérdida de peso natural, menos dolor crónico, reducción del estrés y la ansiedad. Algunos pacientes simplemente nos dicen que “por fin se sienten ellos mismos”.
En el contexto de la longevidad, también estamos asistiendo a una ralentización del envejecimiento biológico, medible a través de determinados marcadores, como la longitud de los telómeros o los niveles de glicación.
¿Cuáles son los pilares esenciales que controlas en cada paciente?
Siempre me fijo en cinco elementos clave:
- Metabolismo celular: en particular la salud mitocondrial, para mejorar la producción de energía.
- Equilibrio hormonal, esencial a partir de los 40 años, tanto para hombres como para mujeres.
- La microbiota intestinal, que desempeña un papel central en la inmunidad, el estado de ánimo y la digestión.
- El sistema nervioso autónomo y su capacidad de salir del modo “supervivencia” para recuperar la resiliencia.
- La calidad del sueño, sin la cual ningún proceso de regeneración puede realizarse correctamente.
Basándonos en estos pilares, construimos una estrategia individualizada que se adapta con el tiempo.
¿Hay alguna innovación terapéutica que consideres especialmente prometedora?
Sí, varios. Me entusiasman los protocolos de estimulación mitocondrial, como las infusiones de NAD+ o la oxigenoterapia hiperbárica, que potencian la producción de energía celular.
Las terapias peptídicas también son muy interesantes. Se trata de pequeñas cadenas de aminoácidos que actúan sobre mecanismos biológicos muy precisos, ya sea para mejorar la calidad del sueño, estimular el sistema inmunitario o favorecer la regeneración muscular.
Por último, en el campo de la neurociencia, utilizamos el neurofeedback y la estimulación transcraneal para mejorar la cognición, reducir la ansiedad y estimular la plasticidad cerebral: herramientas poderosas para envejecer bien.
¿Qué papel desempeña la salud mental en un planteamiento de longevidad?
Es fundamental. El envejecimiento no es sólo una cuestión de células u órganos. La mente influye mucho en la fisiología. El estrés crónico, los traumas no resueltos o la infelicidad emocional pueden acelerar el envejecimiento.
Por eso siempre incluimos apoyo psicológico en nuestros programas. Nuestros psiquiatras y psicoterapeutas trabajan estrechamente con los pacientes para promover la curación interior, reforzar el equilibrio emocional y cultivar la resiliencia mental.
Dependiendo de las preferencias individuales, también podemos ofrecer enfoques de atención plena, coaching o desarrollo personal.
¿Qué resultados obtienes con tus clientes?
En las primeras semanas, nuestros clientes suelen notar una mejora significativa de sus niveles de energía, calidad del sueño, digestión y concentración. Con el tiempo, también observamos una mejor regulación del peso, un fortalecimiento del sistema inmunitario y una ralentización de los marcadores biológicos del envejecimiento, incluso una cierta “regresión” de la edad biológica en algunos casos.
Pero más allá de los resultados clínicos, lo que nuestros clientes retienen es una auténtica transformación interior. Se van con una nueva conciencia de su cuerpo y con las claves para cuidarse a largo plazo.
¿Algunas palabras finales para los que quieren envejecer mejor?
Envejecer de forma saludable no es un lujo, es una responsabilidad contigo mismo. La buena noticia es que nunca es demasiado tarde para empezar. El cuerpo es extraordinariamente plástico y puede reajustarse si recibe las señales adecuadas.
La medicina de la longevidad, tal como la practicamos, es una medicina de conciencia, coherencia y precisión. Combina el rigor científico con la intuición clínica. Y vuelve a poner a las personas en el centro.
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